29/10/09

Día 10 Xian Lhasa

Hoy nos hemos levantado a las 6 y media para no cambiar nuestro biorritmo jajajaja.
Hemos desayunado y hemos comenzado a barajar diferentes opciones y alternativas de itinerario por si los permisos no aparecen.
A las 9 y media en el hall del hostel y mientras mirábamos vuelos, trenes y autobuses un mensajero entrega un sobre con los permisos.
Por fin y a última hora aunque el cabreo que tenemos con el Leo hostel no quedará en agua de borraja, lo aseguro.
Para ir al aeropuerto, varios son los taxis que se ofrecen pero nosotros hemos ido en el bus de línea ya que es tremendamente barato, rápido y seguro.
Yo pensaba que los permisos eran un mito y estoy seguro que lo serán, pero en el aeropuerto nos los han pedido en tres sitios distintos y en todos ponían cara de circunstancia, de si los sellos están mal puestos o los números están escritos mal.
Joder ponen nervioso a uno tanto poli mirando el puñetero permiso.
El aeropuerto está lleno de tiendas con helicópteros radiocontralados de Chininavo. Como lo vuelan las jodias tias que lo venden, me rio yo de los profesionales del hobby.
Al final escribo estas líneas, desde un coffe a 15 metros de la puerta de embarque pero como el internet me da conectividad nula pues a esperar a que tenga Internet. Roci ha pasado con éxito el detector de metales, previa muestra de su rodilla robocop que todos los allí presentes han puesto cara occidental cuando ven el pedazo cicatriz que tiene.
Vamos a encuadrar los permits del Tíbet en marco de plata jajajajaja.
El vuelo ha resultado cómodo. Excelente aerolínea, esta de los chinos, puntualidad absoluta y trato exquisito dentro del avión.
El vuelo dura tres horas y la última media hora y con permiso en muchos momentos de las nubes, el panorama es chulísimo.


Al llegar, un chico (nuestro guia durante estos dias ) llamado Adon por cierto majísimo, nos cuelga un fular como bienvenida, yo que estas cosas las odio tuve que hacer de tripas corazón. Durante el camino, vamos hablando con el de las diferentes visitas y como las vamos a planificar. Pasados unos 20 km, paramos en el primer control. Piden el permiso de entrada. Adon se baja y va a una especie de chiringuito a dar todos los papeles. Arrancamos y 15 km mas adelante, segundo control. Esta vez pasaporte y permisos. Arrancamos de nuevo, 10 km mas adelante, paramos de nuevo, Permisos del vehículo. Adon nos dice que ha tenido que sufrir cuatro controles para llegar al aeropuerto. Hablamos con el y nos dice que han extremado las medidas de seguridad estos días a causa de la festividad del 1 de octubre. Por lo que se ve, no dejaran entrar a extranjeros del 1 al 8 de octubre. Somos de los últimos en entrar y nos comenta que hay muy poco turista dentro ahora mismo. La verdad es que lo podemos comprobar al pasear durante la tarde, apenas hay extranjeros.
Nos lleva al hostel. Una pasada, una casa familiar que tiene varias habitaciones muy bien decoradas y con habitaciones amplias y confortables. Muy limpio y decoradas todas las habitaciones al estilo Tibetano.
La señora que regenta el hostel es su dueña y dentro del propio hostel hay una consulta medica de su marido.
Existen carteles en los que se te puede suministrar oxigeno en caso de necesidad. Parecerá una tontería pero al bajar las maletas del coche y hacer un poco de esfuerzo notas como un pequeño mareo que se quita inmediatamente. Adon ya nos ha advertido que la altura afecta en mas medida a unos que a otros, pero que caminemos despacio y sin esfuerzos o nos resentiremos en ciertos momentos.
Dejar las maletas y como tiros para las inmediaciones del templo Jokhang. De camino pasamos por Potala y el sol que aquí tiene una intensidad increíble le da de frente. De verdad que nos hemos quedado impactados cuando lo hemos visto. Increíble.Lo hemos visto en multitud de fotos y documentales, nada que ver con el directo.


Al llegar a la ciudad comenzamos a caminar por calles que nos dirigen al templo y Adon ya se despide de nosotros hasta mañana. Al llegar un rió de personas dan vuelta en lo que se llama (Barkhor) alrededor del templo Jokhang como circuito de peregrinaje. Al menos a nosotros que habíamos oído y leído sobre ello nos ha impactado.
Hacen rezos frente a la puerta, levantándose y tumbándose muchas veces.


Después de un largo paseo nos desviamos por las calles paralelas al Barkhor y es donde esta uno de los mercados mas peculiares que hemos visto nunca. Realmente autentico puedes ver la venta de todo tipo de alimentos del lugar, mantequilla de Yak, carne, cereales, frutas verduras y un sin fin de cosas típicas del lugar en las que no se ve los típicos puestos de souvenirs que tanto estropean el entorno. Eso si alrededor del Barkhor te cansas de ver estos puestecitos, casi todos con los mismos artículos de venta.

Al regresar al Hostel y justo enfrente de el existe una plaza en la que unas 200 personas bailan con una coreografía excelente canciones marchosas. De verdad que estas primeras horas en Tíbet han sido sin ninguna duda las que mejores sensaciones nos han dado por el momento, sin desmerecer para nada los días anteriormente vividos, pero es que y ya lo dice la gente Tíbet y su gente son mágicos.

El proverbio que Roci nos aporta hoy es.

LA ESPERANZA ES COMO EL AZUCAR EN EL TÉ. AUNQUE ES MUY POCA, TODO LO ENDULZA.

Hoy jueves 24 nos hemos levantado sin prisa, ya que Adon venía a buscarnos a las 9. A las 8:30 hemos ido a desayunar al propio hostel ya que estaba incluido.
Delicioso, francesa de tomate cebolla y pimientos, zumo de naranja, te con leche buenísimo, ensalada de pepinillo, uvas, un bollo con pasas que estaba de muerte y después unos sobres con una especie de gominolas de carne o algo asi, que no nos dio mas y las dejamos enteras.
Después de este suculento desayuno nos dispusimos a visitar el Monasterio de Drepung. Esta considerado como el mas grande del mundo y llegó a albergar a 7000 monjes, ahora quedan unos 700, chicos esto esta de capa caída jejejeje.

Aunque el tiempo estaba entre rayos de sol y alguna que otra gota de agua, nos dejo disfrutar de el como se merece. Muchas escaleras y cuestas, es enorme y muchas capillas en las que se ven continuamente rezando a monjes. Adon nuestro guía es encantador y no se cansa de repetirnos si algo no entendemos. La verdad es que nuestro ingles es básico pero nos vamos arreglando perfectamente
Después de tres horas de visita nos fuimos a ver el Monasterio de Nechung que esta al lado del de Deprung. Pequeño pero bonito.
Despues nos fuimos al Palacio de Verano del Dalai Lama Norbulinca. La verdad que esta bastante abandonado en cuanto a jardines y algun palacio. Mucho que andar para lo que se ve.

Hemos comido en el hostel ya que se encuentra a pocos metros de la entrada del palacio de Verano y a las tres de la tarde nos hemos ido al monasterio de Sera. Aquí los monjes en su mayoría jóvenes hacen desde las tres hasta las cuatro y media en un parque con arboleda diferentes debates y discusiones, haciéndose de una forma muy peculiar preguntas unos a otros. Es bonito aunque aparentemente parezca que es un poco de montaje pero realmente lo hacen cada día haya o no haya turistas en verano o en invierno. Todo el patio se llena de turistas para fotografiarlos ya que es de los pocos momentos en los que puedes hacer esta actividad sin que se sientan mal.


Después nos fuimos a ver diferentes salas de oración y debate. Hemos flipado con los murales y con la decoración de las capillas, increíble.
Sobre el tema fotos, decir que me resulta complicado hacer fotos que quisiera a los monjes y personas que van rezando. A estos no les gusta y eso lo respeto mucho. No las hago ni a escondidas. Los tibetanos son mas tímidos y no les gusta que una camara les retarte. La verdad es que tienen unos rasgos increíbles.
A las 5 y media nos ha dejado de nuevo en el Barkhor y hemos estado paseando y tomando algo para relajar las piernas.
Hoy estamos cansados y el tema de la altura se nota cuando haces un esfuerzo.
Creo que, en pasando estos 4 días aquí, estamos preparados para ir al campamento base del Everest a hacer de serpas jajajaja.
Teníamos pensado ir a cenar Yak, ósea la vaca de aquí y Adon nuestro guía nos había recomendado un lugar muy bueno y barato, donde el turista no pasa ni por asomo ya que es difícil de verlo. Pues bien cuando llegamos a las 8.30 las puertas ya estaban cerradas, así que con dos co…. a comer pinchos en un callejón sin salida.
Los tíos flipaban con nosotros, estamos seguros que pensaban que no íbamos a comer y menuda jartada nos pegamos. A por la cervecita me fui justo a la tienda de al lado y les extrañaba ver a dos guiris en esa zona comiendo como lo hacen ellos.
La verdad es que estaba deliciosos y tuve que pegarle dos voces al parrillero, porque el tío no paraba de untar con la puta brocha de especias los pinchos. Lo tomo de buen humor y nos reímos.
Al salir pedazo de helado nos comimos, lo que no sabemos es si estaba caducado o no, como aquí no se entiende nada.
Hemos parado en el taxi enfrente del Potala a hacer fotos del palacio de noche.
Mucha gente haciendo fotos y por dos veces me han llamado la atención los militares por sentarme en el suelo con la cámara y la otra por dejar la mochila dentro de una jardinera. Pero si no llevo trípode como quiere que haga las fotos sin que s eme muevan. La verdad que una amabilidad exquisita y sin problema.